jueves, 19 de marzo de 2009

Brevísimo Cielo

Ana maría fue robada. Iba en su auto y un hombre joven hizo estallar el vidrio de la ventanilla con el hombro y rajó con su cartera. La dejó perpleja en Figueroa Alcorta y Tagle, sin tarjetas, sin llaves, sin los 40 pesos que tenía en la billetera. Ana María es una de las mejores actrices nacionales, quien haya visto su trabajo en Breve cielo, una enormísima, de verdad enormísima, película de David Kohon, del año 69, puede atestiguarlo.
O la hermosura lírica de su composición en La Tregua de Renán.
Quien haya disfrutado como perro su pequeña participación en El exilio de Gardel, de Solanas, lo sabe. Quien haya visto Chechechela de Kamín puede recontraconfirmarlo, quien se haya asombrado por cómo remontaba los textos indecibles de Mujeres de nadie, la espantosa novela del año pasado en Canal 13, o la escena de su despedida en la horrible Costumbres Argentinas (del señor Tinelli, que pone la nariz en la raya del orto de las bailarinas para después cortarles con tijera la bombachita ) sabrá lo que es una lección de actuación y de ética de trabajo.
Ana María sufrió la visita de un chorro y, en vez de gritar como una loca frívola y mala, dijo que estaba muy triste por ella y por ese pibe que mañana iba a tener que hacer lo mismo. Que son tres generaciones de personas sin sueños, que todos vimos cómo se construía esto a lo largo de los años y que el problema de la inseguridad es complejo, no es un asunto de exclusividad de este gobierno, y que falta mucho para que pueda resolverse. Pero fundamentalmente dijo que estaba triste y que se había quedado temblando.
Querida Ana María Picchio, yo ya te quería y te admiraba de verdad como a una de las mejores, sobre todo por tu trabajo en la actuación pero también porque nunca la fuiste de gran actriz nacional, ni de mujer comprometida, ni de resistente de la cultura, ni de intelectual de tu tiempo con gesto grave en la entrega de los martinesfierros.
Sin embargo, creeme querida Ana María, ahora me encantaría abrazarte para calmar el tembladeral y agradecerte mucho que en medio de la ignorancia y la brutalidad de tanta y tanto hijo de puta irreversible tus palabras hayan sido tan amorosas, a pesar de todo.


2 comentarios:

Dante Bertini dijo...

apabullante historia!
no por el robo, desagradable pero parte de nuestra vida cotidiana, sino porque nunca vi esa peli y a ella la encontré hace unos meses, octubre creo, a doscientos metros de mi casa, encantadora como siempre. La paré, le hablé y tomamos cafés durante más de una hora contándonos cosas. Me dijo que pasaría nuevamente por Barcelona en Noviembre y estuve esperando su llamado. No lo hizo, y ahora vos hablás de ella y de su peli, que prometió traerme en el viaje que no hizo. No tengo forma de comunicarme con ella.

iracundos dijo...

Ave Cacho: si consigo dato alguno, lo primero que hago es ¡ponerte en contacto con ella!
un abrazo.